“Para ser poeta no se necesita receta” así comienza su charla la escritora (calificada como “poeta de la ira”) y periodista nicaragüense Martha Leonor González.
Tras una pequeñísima introducción sobre su obra, se centra en el verdadero tema de esta conferencia: la poesía. Apoyándose en su presentación de Power Point (la herramienta principal a la hora de mostrar algo hoy en día), empezamos con un vídeo, un pequeño recorrido sobre las concepciones que distintos autores han tenido sobre la poesía, porque cada uno asume su propio concepto sobre la poesía, y esto es algo que ella quiere dejar muy claro.
No hay unas pautas definidas para escribir poesía, pero se atreve con unos pequeños consejos: asumir la capacidad de crear del lenguaje, conocer bien las palabras, uso del diccionario, economizar las palabras y exprimirlas al máximo, SER ÚNICOS. Una historia puede encontrarse en algo tan simple como un anuncio, cualquier texto tiene algo que ofrecer.
Teniendo un bonito detalle final, ¡cómo no compartir un poquito de su obra! Tras leernos dos poemas de su nuevo libro “Palomas Equilibristas”, esta encantadora escritora se despide de nosotros.
Una conferencia amena, sencilla, interesante. Una persona humilde, que nos ha mostrado su visión de la poesía de una forma cercana, como si de una amiga o conocida se tratase.
La poesía no es una de mis pasiones, y si me hubiese parado a pensarlo, posiblemente hubiera dicho que no me gustaría una charla que ofreciese una persona dedicada a escribir poesía. Pero en este caso, no podría haber estado más equivocada, ya que me ha parecido una conferencia de lo más inspiradora.
Tal vez por su forma de explicarlo, de intentar acercarnos a un mundo que por lo menos a mí me es menos conocido y se me presenta como algo hermético, ha conseguido que mi visión de la poesía cambie.
No puedo decir que a partir de ahora vaya a seguir sus pasos, pero cambiar tu forma de pensar sobre algo siempre es un comienzo. Además de la experiencia, recordaré una frase de sus nuevos poemas que me parece muy especial, una frase que podría aplicarse a la realidad que muchas personas viven día a día: “morir tachando los días en el calendario con pintauñas, no es elegante”.
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