¡Bienvenidos!

Creo que no sería correcto comenzar sin antes presentarme de alguna manera, ya que me gustaría pensar que todo aquel que lea lo que escriba aquí, supiese algo de la persona que está detrás de un blog con nombre de postre.

No me gusta el rock, pero le estoy muy agradecida al grupo Marea por prestarme el título de una de sus canciones para definir de la forma más breve posible mi forma de ser.

No soy fácil de tratar, no se me da bien hablar con las personas según las conozco, mi enorme timidez me lo impide y en ocasiones puedo llegar realmente antisocial.

Una vez superada esta etapa, me atrevería a definirme como la persona más cursi, romántica y fantasiosa que conozco. Soy pelirroja y de ahí surgió la idea de “tarta de zanahoria” como un nombre que podría representarme muy bien.

Soy arisca e incapaz de estar sola a la vez, me dan miedo las tormentas y los ascensores y podría pasarme un día entero viendo Mujercitas una vez detrás de otra. Me encanta el chocolate, tengo obsesión por las cosas rosas y me paso los fines de semana intentando vender chalets adosados.

Así que después de esta pequeña autodescripción, espero haberos dado a conocer un poquito más de mí, y os dejo sin más con el resto de la tarta