No has dejado de ser invisible. Nadie te conoce, nadie te ve y a nadie le importas. Eres guapa pero, ¿te ha servido para algo? Sí...para que te odien. Puede que seas lista, pero tampoco eso te ha llevado a hacer nada por lo que te reconozcan. ¿Eres alguien en el mundo? No. Sabes perfectamente que si desaparecieras, tu pérdida no supondría una tragedia para nadie. La vida seguiría su curso, porque cualquier persona es más importante y merece más atención que tú.
No intentes que te quieran, nadie lo hace. No intentes que te entiendan, sólo servirá para alejarles más de ti. No busques tu sitio en la vida, no existe. No busques explicación para tu sufrimiento, no la hay.
Este no es tu sitio ni tu momento. Jamás podrás averiguar si tu estabas en contra del mundo o el mundo estaba en tu contra. Porque no eres más que la sombra de lo que podrías haber llegado a ser si las cosas hubieran sido diferentes. Lo has dado todo, pero no has recibido nada.
Ahora que estás vacía, que nada importa, quédate quieta, cierra los ojos, espera que la vida pase y todo termine. No te muevas del rincón, porque sólo conseguirás que la gente tropiece contigo. Recuerda y no lo olvides: eres invisible, no has existido, no existes ni existirás jamás.
Abandona.
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